El secreto de los VIP: lo que no sabías de “El Juego del Calamar”
El fenómeno viral de Netflix “El juego del calamar” es la nueva serie surcoreana que promete ser uno de los éxitos más grandes de la plataforma, superando actualmente a sus mayores éxitos en Latinoamérica como lo ha sido “Élite” y “La casa de papel”. Su gran impacto no ha sido cuestión de suerte pues esta producción pasó por una planificación de casi una década.
La historia de esta serie fue creada, escrita y dirigida por Hwang Dong-Hyuk, parte de este tiempo de espera fue para encontrar a alguien que se interesara en su guión puesto que para la fecha aún no era conocido en la industria y la trama era muy violenta y poco comercial.
Los impresionantes set en El Juego del Calamar
El primer reto que debieron enfrentar, es crear visualmente lo que había pensado el director, logrando a la perfección, uno de los aspectos que más se destacan a nivel visual en la serie es la estética particular y colorida que la distingue de otras historias de supervivencia, los sets a gran escala y los colores vibrantes transportan al público a un mundo realista con un toque de fantasía.
En el juego de “luz roja, luz verde” la robot se inspiró en una niña de libros de texto infantiles muy conocidos en Corea, los set eran enormes y requirieron un gran trabajo técnico y humano para recrearlos, su tamaño ayudó a los actores a generar emociones realistas.
El director quiso tocar la nostalgia de los espectadores con recuerdos de la infancia clásica para los surcoreanos, la yuxtaposición de una necesidad urgente de supervivencia ambientada en un patio de recreo infantil e inocente es algo sobrecogedor y, a la vez, emocionante.
Uno de los sets que tomó más tiempo en crearse es una réplica de los típicos callejones de los barrios coreanos en los años setenta y ochenta, tal era el impacto para los actores que no paraban de tomar fotos de los set de lo impresionante que eran para ellos , y las nostalgia que les producía ver estos escenarios.
Critica social como mensaje
La historia va más allá de ser una ficción con referencias visuales de “Los juegos del hambre” y “Saw”, sino que es un reclamo social hacia el desequilibrio económico que existe en Corea del Sur y en el mundo, ilustrando cómo las clases elitistas muchas veces explotan y abusan de las esferas menos adineradas, una historia que se puede identificar en cualquier parte del mundo.
La serie muestra la naturaleza humana y cómo cambiamos cuando dejamos la infancia y nos convertimos en adultos,en este caso mostrando que reviven los juegos infantiles. Sin embargo, no todo en ella es deprimente, ya que vemos a los personajes aferrarse a su humanidad y esperanza, la crítica sobre la naturaleza humana y la sociedad, definitivamente, invita a la reflexión.
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